Regreso triste a Villa Crespo

Arrancó con ilusión, pero terminó con decepción y bronca. Atlanta no pudo ratificar su buen debut en el campeonato y cayó 1-0 ante Villa Dálmine en su primer partido como local en el campeonato 2013/14 de la Primera B. Poco más que las buenas intenciones quedaron del lado positivo de la balanza, luego de un choque en el que los nervios prevalecieron sobre el buen juego.

Sebastián Méndez confirmó para este encuentro a los mismos once titulares que habían empatado en el 1-1 contra Nueva Chicago en Mataderos: Vega; Collavini, Díaz, Alemandi y Pinto; Sardella y Galeano; Guzmán, Nanía y Maraschi; y Godoy. De todas maneras el rendimiento, esta vez con la obligación de ir a buscar la victoria, se pareció muy poco al de aquel primer encuentro.

Las imprecisiones mandaron desde los primeros minutos. Con escaso éxito, Galeano en Atlanta y el Dudy Pérez en Dálmine buscaron mostrarse como referencias para crear jugadas combinadas en ataque. Pero ante la falta de resultados positivos, el local apeló demasiado pronto a pelotazos en los que Godoy perdió más de lo que ganó frente a Pena y Celaya, los sólidos centrales del visitante.

La primera etapa transcurrió así en medio del fastidio general, con un Nanía intrascendente y un Maraschi al que sus compañeros buscaban poco. Más allá del reclamo de un presunto penal de Pena a Godoy a los 38 minutos, la situación de gol más clara del primer tiempo fue para el visitante: sobre el cierre de la etapa, Luis Rodríguez cabeceó sin marcas en el área aunque Vega pudo controlar.

Tal como en el debut ante Chicago y los encuentros de pretemporada, Atlanta trabajó con buen criterio las jugadas de pelota parada pero esta vez careció de efectividad. A los 4, fruto de una de esas situaciones, estuvo cerca Guzmán con un cabezazo luego de un tiro libre ejecutado por Nanía. No pudo ser en ese momento, y después todo iba a cambiar.

A los 9 minutos, una pelota perdida por Nanía en ataque derivó en un contraataque perfecto: desborde de Rodríguez por la derecha de la defensa y el pase justo a Salvatierra, quien definió sobre la salida de Vega. Fue el 1-0 y la sentencia de muerte para la tranquilidad en el local.

El empate estuvo cerca apenas un minuto después del gol con una buena jugada personal de Guzmán -de lo poco positivo que generó Chaco en toda la tarde gris de Villa Crespo-. Y a los 19 Lazzarini -delantero que entró por Nanía y mostró un buen rendimiento en su presentación en el club- habilitó bien a Maraschi, quien con un centro preciso se la puso en la cabeza a Godoy. Pero el envío del 9 fue a las manos del arquero Fernández. Atlanta parecía depender más del empuje que de la inteligencia para poder arrimarse al empate.

A los 34 corrió un frío por la espalda de todos: Collavini fue atropellado con vehemencia por un rival cuando iba a cabecear y tuvo que ser retirado de la cancha en ambulancia. El árbitro Barraza ni siquiera había cobrado la falta. Volvería a dar una muestra de incompetencia sobre el final, cuando después de ese incidente y los cambios realizados apenas dio cinco minutos de descuento -a los que luego agregó uno por la lesión de un jugador de Dálmine-. Pero la historia estaba sentenciada y -justo es decirlo- no era por culpa del juez: el 1-0 fue inamovible.

Atlanta perdió así su invicto en el torneo. No faltaron los que recordaron en la platea que en todos los últimos campeonatos -incluido el del ascenso en el glorioso 2010/11- el comienzo del equipo fue irregular. Pero en los próximos partidos, más allá de la apelación a la magia de los números, las respuestas futbolísticas deberán mejorar bastante para que reaparezcan las sonrisas.

Por Federico Kotlar (en Twitter: @fkotlar)

Foto: Vanesa Crisóstomo