Nos vamos al Reducido

Con mucho de euforia y algo de alivio, Atlanta alcanzó en la penúltima fecha el objetivo de mínima que se había planteado en el comienzo del campeonato: la clasificación al Torneo Reducido para el segundo ascenso a la B Nacional. Si bien durante buena parte del torneo estuvo cerca la posibilidad de subir directamente -y es inevitable algo de frustración por ver que esa chance se escapó-, el 2 a 2 ante Estudiantes en Caseros que garantizó el ingreso entre los cinco mejores dejó un sentimiento muy positivo. Por cómo se obtuvo, por la manera en que llegaba Atlanta y por los antecedentes del rival que estaba enfrente.

El equipo de Rondina intentó desde los primeros minutos dar un golpe como para sacudirse pronto la onda negativa de los últimos partidos. Casi lo logra, pero como le ocurre últimamente careció de efectividad para concretar sus chances en los momentos justos. Así fue como a los 4 minutos Andrés Soriano quedó solo frente al arquero Ríos luego de que Valdez le bajara la pelota de cabeza en el área, pero su remate se estrelló contra el palo. Fue la más clara, en un primer tiempo en que Estudiantes, tras ese comienzo desfavorable, empezó primero a emparejar la historia y luego a encontrar grietas gruesas en la defensa de Atlanta. La última línea sufrió mucho a espaldas de Segovia, quien perdió muchas veces las marcas y no le encontró nunca la vuelta a los centros cruzados de un Pablo Ruiz que se movía con demasiada libertad.

A los 17 minutos, Estudiantes metió el primer gol gracias a Figueroa, quien entró solo por el medio del área. Atlanta trabajó mucho para empatar y tuvo oportunidades a través de Soriano -nuevamente con el arco cerrado- y Pasquale, a quien esta vez Rondina decidió ubicar como titular para jugar por primera vez en el año con dos delanteros definidos. El local mostraba dudas atrás, pero inquietaba cuando decidía atacar, y estuvo muy cerca de llegar al segundo cuando un cabezazo de Figueroa se estrelló en el travesaño.

Mbombaj ingresó en el segundo tiempo por Gaby López para tratar de explotar la buena pegada del zurdo. Y a los 2 minutos, ejecutó un corner rasante que Yassogna despejó con pifia y terminó clavando en el segundo palo ante la desazón de sus compañeros. Fue el empate para Atlanta, que de todas maneras siguió buscando un triunfo que lo habría mantenido con chances -aunque remotas- de conseguir el ascenso directo. Claro que siguió sufriendo en la última línea y otra vez a espaldas de Segovia, a los 25, apareció Yassogna para conseguir su revancha personal y volver a poner arriba a Estudiantes.

Fue un golpe duro para Atlanta. Parecía que el destino volvía a castigar a un equipo que no termina de enderezarse. Pero hubo lugar para dar el grito de felicidad. Porque cuando ya se jugaba el cuarto minuto de descuento, se hizo circular con buen pie la pelota hasta que le llegó a Segovia, quien desde dentro del área sacó un centro rasante y potente. La encontró Palisi y la mandó adentro del arco, en lo que fue su primer gol en Primera División y el 2-2 definitivo. Una linda alegría que garantizó matemáticamente la clasificación al Reducido. Ahora Atlanta, si la historia vuelve a caminar a favor, está a sólo cuatro partidos del ascenso. Un escenario que hubiera sido abrazado con alegría por casi todos al comienzo del campeonato.

(Foto: Vanesa Crisóstomo)