Crece desde el pie, como cantaba Zitarrosa. De a poco, como esas plantitas tímidas que empiezan a asomarse en el comienzo de la primavera, se hace este Atlanta que no quiere dejar de soñar con estar en lo más alto, aunque parezca difícil. Este sábado cumplió con una asignatura pendiente de este campeonato y ganó como visitante. Fue 2-0 ante un Deportivo Riestra que, más allá de lo que refleja su mediocre ubicación en la tabla de posiciones, se mostró como un rival valiente, que juega bien al fútbol y puede complicar a cualquiera. El equipo de Aníbal Biggeri se llevó tres puntos y demostró que no se baja de su ilusión.
Por Federico Kotlar (@fkotlar)
El entrenador se vio obligado a introducir dos cambios en la formación. Por lesiones, quedaron excluidos Podestá y Cardozo, quienes fueron reemplazados por Federico Pérez -Otermín volvió a demostrar su polifuncionalidad y pasó al lateral derecho, donde volvió a cumplir- y Ezequiel Rodríguez, que había integrado el equipo por última vez en la caída contra Colegiales.
Muy pronto, casi sin saber por qué, Atlanta empezó a ganar el partido. Iba un minuto cuando un buen pase de Otermín para Ezequiel Rodríguez sirvió para encontrar un vacío difícil de explicar en el área del local. El cerebral volante se sacó de encima a su marca, nadie hizo el cierre en la línea de tres defensores de Riestra y entonces tuvo total libertad para mandar un centro atrás perfecto que Olego envió a la red sin oposición. Con la concentración como mayor virtud, el Bohemio se ponía arriba en el marcador.
Aunque a los 7 minutos Atlanta volvió a encontrar otro agujero en la defensa de Riestra, en un contraataque que Olego terminó con un remate por arriba del travesaño, de a poco el local empezó a dominar territorialmente el partido. Tomando mucho riesgo -apenas tres defensores, cuatro volantes que jugaban más de lo que marcaban, un enganche y dos delanteros veloces e incisivos-, se jugó a buscar el empate aun a riesgo de sufrir más goles en el arco propio. Casi lo consigue a los 9, cuando Herrera quedó mano a mano y Losada tuvo la primera de sus muy buenas intervenciones en el partido al bloquear su remate.
En esa primera etapa, Atlanta aguantó a pie firme los avances del local y mantuvo el contraataque como posibilidad para ampliar la diferencia. Sufría de todas maneras porque Ezequiel Rodríguez no conseguía agarrar la pelota, que muy pronto quedaba para el articulado mediocampo de Riestra. En busca de sumar más argumentos en ataque, Nardozza decidió hacer ingresar a Ortiz por Sebastián Soto cuando apenas iban 37 minutos. Igualmente, se fueron a los vestuarios sin mayores novedades, más allá de un tiro con mucho efecto de Bravo que pasó cerca del arco de Losada.
Ya en el complemento, se acentuaron las apuestas: Riestra se volcó completamente en ofensiva mientras que Atlanta bancó la parada con mucha concentración y una defensa que se mostraba más firme que en los partidos anteriores. Más allá del tesón del Bohemio para aguantar, era muy difícil la tarea por la cantidad de gente que ponía el rival en ataque. Así fue que a los 6 otra vez estuvo cerca el empate y Losada le tapó el mano a mano al recién ingresado Italiani.
Mientras el público local presionaba a sus jugadores y hasta les cantaba insólitamente que jugaban “contra nadie”, Marrone crecía en la mitad de la cancha aunque se hacía cada vez más difícil controlar a Bravo, el habilidoso número 10 que presentaron los de Nardozza. A los 11 minutos, Ortiz se le escapó a Alonso y llegaron a trabarlo cuando estaba por sacar un centro que era peligrosísimo. Y a los 19, Lamacchia estuvo cerca de empujar una pelota llovida al segundo palo, con Losada vencido mientras la hinchada local reclamaba un inexistente penal. Tres minutos después hubo otra chance clarísima para Riestra que de nuevo resolvió bien el arquero, al tapar la entrada de Herrera.
De a poco Atlanta empezó a mostrarse de nuevo como una amenaza en ofensiva. Si bien no podía salir del fondo, empezó a levantar Ezequiel Rodríguez -un jugador clave cuando se encuentra en buen nivel-, que hacía circular la pelota con fluidez y dejaba viva la chance del contraataque. La velocidad de Mancinelli para salir en ofensiva también era importante. Y aunque no pudo capitalizarse a los 35, cuando un desborde suyo derivó en un centro para Olego, que sacó un remate demasiado débil, pronto daría sus frutos.
Con Riestra muy jugado, a los 38 Morel evitó el gol de Pons. Y a los 43 -cuando Atlanta ya jugaba con diez por la exagerada segunda amarilla que le sacó el árbitro Meineri a Pérez- Mancinelli volvió a llegar al fondo, consiguió sacar el centro luego de un rebote y Pons, que supo tomarse ese tiempo extra que a veces tienen los goleadores en el área, definió el partido con un tiro bajo para poner el 2-0.
La incógnita por el resultado se había terminado, aunque Losada tuvo tiempo de sacarle otra tremenda pelota a Ortiz, luego de un gran desborde de Bravo. El árbitro señaló el final y el abrazo entre los jugadores fue la síntesis de lo que valía ganar finalmente como visitante. Y haber sumado 10 puntos de los últimos 12 en juego. Al equipo le falta y hay mucho para recorrer, pero no hay que avergonzarse de que haya nacido la ilusión. Porque como decía el cantor oriental, no hay revoluciones tempranas, crecen desde el pie.
SINTESIS
Deportivo Riestra: Morel; Silvani (ST Italiani), Lamacchia y Moreyra; Mauricio Soto, Goya (ST 14′ Borda), Sebastián López y Montero; Sebastián Soto (PT 37′ Ortiz); Bravo y Herrera. DT: Fabián Nardozza. No ingresaron: Sebastián Hernández, Collavini, Brian Sánchez y Flores.
Atlanta (2): Losada; Otermín, Alonso, Verino y Federico Pérez; Mancinelli, Marrone, Ezequiel Rodríguez (ST 36′ guerra), Cequeira (ST 15′ Igartúa); Olego (ST 41′ Esmail) y Pons. DT: Aníbal Biggeri. No ingresaron: Dobler, Previtali, Tolosa y Jonathan López.
Goles: PT 1′ Olego (A); ST 43’ Pons (A).
Amonestados: Sebastián Soto, Sebastián López, Montero, Moreya (DR), Pons, Alonso, Guerra (A)
Expulsado: ST 40′ Federico Pérez (A).
Árbitro: Gastón Meineri.
Cancha: Deportivo Riestra.
Otras notas que podrían interesarte