Directo en el mentón. Así se sintió el golpe que recibió Atlanta en Ezeiza este sábado cuando se había acostumbrado a tener buenas noticias. Tristán Suárez le ganó 2-1 en un partido que el bohemio no mereció perder y en el que se vio perjudicado por su mala puntería, algo de suerte esquiva y malas decisiones del árbitro en un momento clave. El tiempo contará si la piña que sufrió le permitirá continuar en la pelea.

Por Federico Kotlar (@fkotlar)

Desde el comienzo estuvo claro que el local no estaba dispuesto a encarar el partido como un paso más hacia un final del campeonato que lo tiene sin grandes objetivos. Ante un equipo de Aníbal Biggeri que otra vez no presentó cambios con respecto al encuentro anterior, Tristán Suárez trató de hacer circular la pelota y utilizar sólo esporádicamente la receta fácil del pelotazo hacia Diz. Previsiblemente, mientras tanto, Akerman fue un arma de cuidado durante todo el partido para la defensa bohemia.

La primera llegada clara del partido fue de Tristán Suárez, cuando a los 8 minutos desde la izquierda del ataque Barrientos buscó con un centro medido a Diz, quien remató desviado. Respondió tres minutos después Atlanta cuando López giró bien en el área, mandó un pase atrás que la defensa despejó cuando la iba a empujar Cardozo, y en el rebote Olego remató por arriba.

En ese primer tiempo, Atlanta estaba atento para presionar arriba la salida del local. Más allá de alguna imprecisión, Marrone conseguía interrumpir los circuitos de juego entre Barrionuevo, Héctor López y los delanteros, y Rodríguez estaba lúcido para darle siempre la pelota al compañero mejor ubicado. A Mancinelli le costaba un poco más encontrar su lugar en el partido, pero siempre obligaba a prestarle atención por lo que puede generar.

Aún con un leve predominio de Atlanta, las situaciones de peligro real no sobraban. Tauber controló con dificultad un remate de Cardozo desde afuera, y del otro lado Tristán respondió con una pelota que peinó en el primer palo el siempre peligroso Akerman y atajó Losada. Más cerca estuvo Akerman cuando llegó hasta la puerta del área luego de robarle a Mancinelli una pelota en la salida, pero remató apenas afuera. Hasta que apareció una jugada viciada de nulidad que generaría la apertura del marcador.

Iban 34 minutos cuando Pérez quiso salir jugando desde el costado izquierdo de la defensa. Azil le robó la pelota con una clara mano que no vieron el árbitro Paulo Vigliano -probablemente tapado por el cuerpo del jugador de Tristán- ni el asistente Nicolás Rosaminer, quien estaba de frente a la jugada. Beneficiado por el error arbitral, Azil se llevó la pelota sin marca y envió un centro medido que Akerman, en leve posición adelantada que tampoco sancionó Rosaminer, mandó a la red para marcar el primer gol del partido. Atlanta no sólo quedaba abajo en el marcador sino que tenía un sufrimiento añadido por la forma en que había llegado el tanto local.

El equipo de Villa Crespo fue con empuje pero también con nerviosismo en busca del empate. Pero en lo que quedaba de la etapa no pudo aproximarse con peligro al arco de Tauber. Mientras tanto, Vigliano sumó otro fallo discutido al sacarle apenas tarjeta amarilla a Matías Molina por pegarle con las dos piernas desde atrás a Cardozo, quien a raíz de la molestia muscular que le causó ese golpe tuvo que dejar el campo sobre el final del partido.

Ya en el complemento, Atlanta fue decididamente el dominador ante un Tristán Suárez que se metía cada vez más atrás. La tensión del local se notaba en el público y también en Daniel Bazán Vera, uno de los técnicos del equipo, quien miraba el partido sumido en un mutismo casi total en el palco de periodistas del estadio.

Y mientras el Bohemio atacaba, se empezaba a agrandar en el arco la figura de Nicolás Tauber. Que a los 4 manoteó al corner un tiro cercano en el que Ezequiel Rodríguez buscó más colocación que potencia, y a los 11 también desvió un cabezazo débil de Jonathan López, quien había conectado la pelota en absoluta soledad desde el borde del área chica.

El premio para el visitante llegó poco después con un ataque perfecto que se tejió desde el fondo. Salió jugando Ezequiel Rodríguez con Cardozo, que desbordó, tocó para Olego quien con un taco precioso desacomodó a la defensa y habilitó otra vez a Rodríguez. En la media luna del área, el cerebral volante habilitó a Mancinelli, quien enganchó dentro del área e hizo pasar de largo a Agorreca, que se llevó la pelota con la mano. Claro penal que Olego convirtió en el empate con un tiro bajo a la izquierda de Tauber a los 17.

Estaba para ganarlo Atlanta. Porque tenía juego para hacerlo y porque su rival se tiraba demasiado atrás. Aunque a los 21 tuvo una chance muy clara cuando Héctor López mandó un pelotazo desde la mitad de la cancha y dejó a Akerman mano a mano contra la salida apresurada de Losada. El 9 no llegó a tocar la pelota, pero fue un aviso de que Tristán no estaba resignado.

Y a los 25 llegó la estocada que definiría el partido, en una jugada con mérito del equipo de Stagliano pero también cargada de errores de Atlanta. Arrancó con un excelente cambio de frente de Barrientos. Habilitó al recién ingresado Farías, quien con un enganche hizo pasar de largo a Federico Pérez para dejarlo totalmente fuera de acción. El centro fue bueno, pero se encontró con una floja salida de Losada, quien falló el manotazo y le dejó la pelota servida a Barrientos, que después de comenzar la jugada había llegado al área sin marca para el cabezazo goleador.

Atlanta trató de volver a reaccionar. Y estuvo muy cerca del empate en una ocasión clarísima. Mancinelli, que apoyado por el buen toque de Ezequiel Rodríguez fue el alma de Atlanta para llevar al equipo adelante, sacó a los 35 un remate espectacular por arriba de Tauber que pegó en el travesaño. El rebote le quedó a Ledesma, quien dejó venir demasiado la pelota y entonces su cabezazo salió hacia arriba y débil, para dar otra vez contra el travesaño. Encima un minuto después estuvo otra vez a punto de llegar el empate, cuando Lucas con un centro perfecto habilitó a López en el área, pero el cabezazo salió hacia el medio y Tauber se sacó la pelota de encima con un manotazo.

Ya no podía ser, y no fue. Entre su propia imposibilidad para definir, el mérito del arquero rival, los errores arbitrales en el primer gol y los propios de la defensa en el segundo, Atlanta se tuvo que resignar a irse sin nada en un partido en el que debió llevarse más. Duele el golpe, y mucho, porque detrás de una eventual victoria estaba la posibilidad de subirse a la punta por primera vez en el torneo. Aunque todavía falta escribir el final de la historia, a la que le faltan tres capítulos. Si un campeón debe superar todas las pruebas, a Atlanta ahora le queda la más importante de todas: la de dejar atrás un golpe injusto en un momento clave.

SINTESIS

Tristán Suárez (2): Tauber; Matías Molina (ST 23' Farías), Vicente, Carballo, Agorreca; Azil, Vélez, Héctor López y Barrientos (ST 38' Zarco); Akerman (ST 45' Francisco Molina) y Diz. DT: Vicente Stagliano. No ingresaron: Fretes, Pereyra, Elías Martínez y Toloza.

Atlanta (1): Losada; Podestá (ST 39' Igartúa), Alonso, Otermín y Federico Pérez; Mancinelli, Marrone (ST 27' Cequeira), Ezequiel Rodríguez y Cardozo (ST 27' Ledesma); Jonathan López y Olego. DT: Aníbal Biggeri. No ingresaron: Dobler, Esmaíl, Previtali y Guerra.

Goles: PT 34' Akerman (TS). ST 17' Olego (A) de penal; 25' Barrientos (TS)

Amonestados: Molina, Akerman, Héctor López y Tauber (TS).

Árbitro: Paulo Vigliano.

Cancha: Tristán Suárez.

Foto: Juan Ignacio Calcagno.