Luego de dos buenas actuaciones que tuvieron como premio sendas victorias, Atlanta recibió un golpe al caer 2-1 en su visita contra Deportivo Morón, en un partido en el que apenas por momentos pudo mostrar las virtudes de sus primeras presentaciones. En cambio, exhibió algunos problemas propios de un equipo que todavía está en formación y que además sufrió algunas ausencias importantes.
Por problemas físicos, no pudieron estar desde el comienzo dos de los mejores jugadores del choque que se había jugado apenas tres días antes en Villa Crespo ante Talleres. Nahuel Peralta, autor de dos goles en la victoria 3-2, fue reemplazado por Eric Jérez, pasando Guillermo Sánchez a ser volante por izquierda. Y Gabriel Seijas, eje fundamental en la fluidez para manejar el balón en el medio campo, fue reemplazado por un Mauro Marrone que aporta más garra que manejo y que encima estuvo muy por debajo de su nivel. Además, regresó Lionel Altobelli en lugar del suspendido Dorregaray, quien había marcado en los dos primeros partidos.
Atlanta padeció desde los primeros minutos su falta de fútbol en mitad de la cancha. Más allá de algunos aportes intermitentes de Ezequiel Rodríguez, el despliegue de Guerra, Marrone y Sánchez no alcanzaba para que eso se tradujera en la posibilidad de controlar el trámite. Abundaron entonces los pelotazos desde la última línea en busca de Ramos y Altobelli, que para colmo tuvieron una muy mala noche: el Tanque impreciso y tomando malas decisiones, y el ex Morón con muy poca participación, completamente absorbido por la marca.
Tampoco Morón había hecho gran cosa, pero logró golpear en su primera chance, a los 14 minutos. Ramos perdió una pelota en el medio y la pelota salió rápido hacia Akerman, quien con un enganche quedó de frente al arco y sacó un remate cruzado para vencer la estirada de Medina.
El gol aumentó aún más la confusión de Atlanta, que debía salir a buscar el gol pero no encontraba la manera de hacerlo bien. Para colmo, la última línea no entregaba demasiadas seguridades en una cancha barrosa, aunque tampoco el local generaba ocasiones demasiado claras.
Ante este oscuro panorama, Fernando Ruiz decidió meter mano en el equipo en el arranque del segundo tiempo. Ingresaron Diego García -volante por derecha con buen manejo y llegada- y Seijas por Monge y Marrone. Guerra pasó al lateral derecho y la mejoría fue evidente desde el inicio mismo de las acciones.
Ya al minuto de juego, García desbordó y sacó un centro que Seijas mandó a la red. El árbitro Giménez anuló el gol por una presunta posición adelantada de Ramos, que supuestamente obstruía al arquero, aunque ni siquiera había habido un reclamo de los jugadores del local. Una rigurosidad que no mostraría minutos después para sancionar un claro agarrón a Otermín en el área.
Más allá de la bronca, era evidente que Atlanta era más que su triste versión de la primera mitad. Y merced a ese impulsó llegó el empate a los 5 minutos, con la pelota parada otra vez como un arma importante. Otermín esta vez pudo librarse de los manotazos y cabeceó solo en el primer palo para anotar la igualdad.
Parecía que Atlanta podía ir por más. Y así lo intentaba, aunque empezaron a aparecer pronto las primeras alarmas en el área propia. Porque si bien el equipo tenía la pelota parada como posibilidad de ataque, en cambio le costaba defender lo que generaba Morón por esa vía. Así fue que a los 10 minutos Rossi cabeceó por arriba desde el borde del área chica un córner en el que Medina se quedó en la línea del arco.
Y a los 15 minutos, volvió a apagarse el equipo de Ruiz. Gerardo Martínez agarró la pelota en el mediocampo y para los volantes de Atlanta se hizo casi imposible controlarlo. Justamente tras un tiro de él desde afuera en el que Medina dio rebote estuvo a punto de llegar el nuevo desnivel para el local. A los 26 otra vez llegó a fondo Morón cuando Rossi tiró la pelota afuera solo, luego de un buen centro del ingresado Pardo, quien generó grandes problemas para Atlanta en la izquierda de la defensa.
Ya a los 29, Morón no perdonó. Y fue justamente en otra pelota parada que llegó la diferencia definitiva: Rossi cabeceó solo en el área y en el segundo palo Akerman se escapó de la marca de Guerra para poner el 2-1.
Ruiz decidió entonces sumar a otro delantero al ataque con Milton Giménez en lugar de Sánchez, pero no fue suficiente. Aunque pudo haber llegado el empate en remates de Seijas y el propio Milton, lo concreto es que el local estuvo más cerca de aumentar que Atlanta de llegar a la igualdad. El Bohemio se fue entonces sin nada del Oeste y con la obligación de revisar qué falló para no repetir errores en esta historia que, tal como estaba claro cuando el equipo tenía puntaje ideal, será larga.
SINTESIS
Deportivo Morón (2): Milton Álvarez; Ferreyra, Broggi, Mayola y Minici; Emmanuel Giménez (ST 42’ Nicolás Martínez), Lillo, Gerardo Martínez y Guzmán (ST 20’ Pardo); Akerman y Rossi (ST 32’ Toledo). DT: Walter Otta. No ingresaron: Angelotti, Gasperi, Tabak y Montero.
Atlanta (1): Medina; Monge (ST Seijas), Alonso, Otermín y Jerez; Guerra, Ezequiel Rodríguez, Marrone (ST Diego García) y Guillermo Sánchez (ST 38’ Milton Giménez); Altobelli y Ramos. DT: Fernando Ruiz. No ingresaron: Agustín Gómez, Vicente, Previtali y Peralta.
Goles: PT 14’ Akerman (DM). ST 5’ Otermín (A); 29’ Akerman (DM).
Amonestados: Mayola, Milton Álvarez, Gerardo Martínez (DM), Ezequiel Rodríguez, Marrone, Alonso y Guillermo Sánchez (A).
Árbitro: Pablo Giménez.
Cancha: Deportivo Morón.
Foto: Juan Ignacio Calcagno.
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