Ni la fiesta que pareció que iba a ser en el primer tiempo, ni la pesadilla que se asomó en el final. Atlanta se impuso por 3 a 2 ante Talleres en un partido vibrante en el que pareció que podía golear, pero en el que llegó ahogado al final entre algunos defectos propios, méritos del rival y decisiones cuestionables de parte del árbitro Gastón Meineri.
Por Federico Kotlar (@fkotlar)
Casi que demasiado bien le habían salido las cosas en el comienzo a Atlanta, que mostró en el primer tiempo muchas de las virtudes que había exhibido en el debut ante Colegiales y reflejó de nuevo -sobre todo en el aspecto defensivo- falencias propias de un equipo en formación. Favorecido por un rival que no se metió atrás y buscó también la diferencia, Atlanta movió bien la pelota de la mano de un doble 5 que dejó ver la misma calidad que en el primer partido. El andamiaje de Ezequiel Rodríguez y Seijas volvió a funcionar muy bien, con el respaldo de un Guerra que no se cansó nunca de buscar arriba y de marcar abajo, y de un Peralta que se mostró muy activo y preciso, sobre todo en esos primeros minutos.
Más allá de que había hecho mejor las cosas, Atlanta tuvo el mérito de concretar en la primera chance de gol con la que contó. Fue a los 11 minutos, en una jugada preparada que se ensució un poco: la pelota le llegó desde el corner al punto del penal a Peralta, quien trastabilló pero después consiguió pararse y sacar el remate bajo para vencer a Zeiden. Los hinchas bohemios disfrutaban tanto en el Gran León que hasta por momentos se olvidaban del frío polar de la noche porteña.
El gol le sumó impulso a un Atlanta que quería más y que casi grita el segundo a los 14 cuando, después de un pase largo de Guerra, Dorregaray envió la pelota al medio y la defensa despejó en el momento en que entraba Ramos a asegurarla. La presión del medio -con un gran despliegue físico que probablemente pasó la cuenta en el tramo final del partido- funcionaba a la perfección y, una vez recuperada, la pelota se manejaba de manera impecable con los jugadores de muy buen pie que el equipo tiene de mitad de cancha para adelante.
Aunque no se pudieron capitalizar dos chances consecutivas en tiros de esquina, a los 25 sí Atlanta le sacó todo el jugo a una pelota parada ante una defensa que hacía agua. El tiro libre de Peralta cayó dentro del área, el arquero Zeiden no salió y Dorregaray aprovechó para marcar el segundo tanto del partido y a la vez dar su segundo grito en el campeonato.
Pudo haber descontado Talleres tres minutos después cuando el árbitro, en su primer error, no cobró una plancha de Ibáñez que le rompió la media al arquero Medina, quien debió ser atendido. La pelota se perdió afuera por milagro. Pero Atlanta seguía siendo mejor y a los 38 volvió a festejar, en una gran jugada colectiva entre Guerra, Ramos y Peralta, que definió este último con un remate bajo aprovechando la mala ubicación del arquero Zeiden.
Daba toda la impresión de que era un partido para que el local, ya tranquilo, se luciera. Pero Talleres empezó a encontrar algunas falencias de funcionamiento que se habían disimulado hasta ahí. Primero Marcos Giménez localizó con un gran pase entre líneas a Vega, quien a los 40 minutos marcó el 3-1. Y a partir de ahí se vieron minutos de predominio del visitante, que explotaba el costado derecho de la defensa de Atlanta. Como Guerra se metía hacia el medio de la línea de volantes y no salía a cubrirlo ninguno de los integrantes del doble 5, Monge quedaba en inferioridad numérica y sólo por la mala puntería de los delanteros de Talleres no llegó un nuevo descuento.
El primer tiempo se cerró con una jugada confusa luego de un corner, en la que Dorregaray metió la pelota dentro del arco con la mano. Tanto Meineri como el árbitro asistente cobraron el gol, aunque después -más allá de que cuesta entender cómo hicieron sin ayuda de la tecnología para notar que habían cometido un error- dieron acertadamente marcha atrás con la decisión ante la protesta de los jugadores de Talleres.
El vértigo del partido se aplacó en el complemento. Atlanta buscó menos y trató de salir de contraataque ante un rival que movía bien la pelota pero se mostraba muy liviano en ataque. A los 8 minutos hubo una buena chance cuando el arquero Zeiden anticipó a Ramos con falta -y le dejó los tapones marcados en el cuerpo- pero Meineri no sancionó la infracción, que hubiera implicado una sanción disciplinaria para el jugador visitante.
Atlanta volvió a coquetear con el gol en las pelotas paradas: primero Zeiden mandó al corner un cabezazo de Guerra y después Ramos, como ya le había ocurrido en el debut contra Colegiales, mandó afuera un cabezazo desde muy buena posición. Parecía que el final iba a llegar sin grandes sufrimientos, pero todavía faltaba.
Iban 32 minutos cuando Dorregaray quedó tendido en el suelo en el momento en que iba a ser reemplazado. El árbitro consideró que estaba simulando y le sacó la segunda amarilla del partido. De esa manera insólita, Atlanta se quedó con diez jugadores cuando quedaba aún mucho por jugarse.
Ya a los 45, en momentos en que a Atlanta le costaba mucho salir de su propio campo, Igartúa bajó con la mano aparentemente sin intención una pelota dentro del área, pero Meineri sancionó penal que Prieto cambió por gol. En el tiempo de descuento, el público y el equipo eran un manojo enorme de nervios ante la posibilidad de que se escapara un triunfo que parecía seguro. El árbitro hizo su aporte a ese clima de tensión cuando eligió dar una muy cuestionable ley de ventaja tras una falta a Milton Giménez en posición de gol, pero finalmente llegó el pitazo final y con él el alivio.
Con algunos temas para corregir aunque con puntaje perfecto, Atlanta completó el segundo capítulo de su participación en el torneo de Primera B. Quedan muchos desafíos por delante, más allá de que el equipo da señales que permiten la ilusión.
SINTESIS
Atlanta (3): Medina; Monge, Alonso, Otermín y Guillermo Sánchez; Guerra, Ezequiel Rodríguez, Seijas (ST 29′ Marrone) y Peralta (ST 20’ Igartúa); Dorregaray y Ramos (ST 39′ Milton Giménez). DT: Fernando Ruiz. No ingresaron: Agustín Gómez, Vicente, Diego García y Barría.
Talleres (2): Zeiden; Borda (ST 45’ Vidal), Funes (ST 34’ Blanco), Baglivo y Prieto; Gaona, Ibáñez, Jaime (ST 27’ Monzón) y Marcos Giménez; Leguizamón y Vega. DT: Cristian Aldirico. No ingresaron: Monllor, Casini, Duete y Pereira.
Goles: PT 11’ y 38’ Peralta (A), 25’ Dorregaray (A), 40’ Vega (T). ST 44’ Prieto (T) de penal.
Amonestados: Alonso, Marrone (A), Jaime y Leguizamón (T).
Expulsado: ST 32’ Dorregaray (A).
Árbitro: Gastón Meineri.
Cancha: Atlanta.
Foto: Juan Ignacio Calcagno.
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