Por la fecha 12 del torneo, Atlanta visitó Mataderos para enfrentarse al Torito, yendo en búsqueda de la recuperación tras la derrota ante Velez Sarsfield.

Por Marcos T. Korenfeld

En un torneo en el que hay muchos equipos en pocos puntos, los resultados tanto favorables como no, pueden catapultar a la cima o alejar de la misma. 

Atlanta que se encuentra en la disputa entre los puestos de playoffs, llegaba al predio Laamba con la intención de recuperar posiciones en la tabla. Enfrente tenía a Nueva Chicago, quién marcha a solo tres puntos por debajo (de andar más irregular, con más partidos perdidos que ganados).

Con un gol de tiro libre marcado por Adrián Caruso, los dirigidos por Oscar Landriel se encontraron arriba en el marcador a poco de comenzado el encuentro. Sin embargo las llegadas de los locales transformaron al arquero Luciano Otranto en figura con intervenciones indispensables para mantener la distancia.

Esa predominancia en el marcador se extendió hasta ya adentrado el segundo tiempo cuando los de Mataderos llegaron al empate mediante un tiro libre que se desvío en la barrera y descolocó al guardameta.

Poco después ante la expulsión por doble amarilla de Lucas Fernández, el partido dio un vuelco a favor del verdinegro que asedió el arco bohemios sin poder vulnerar la defensa de los 3 jugadores de campo (más el arquero) que quedaban.

El árbitro hizo sonar su silbato y dio todo por finalizado. El empate dejó un sabor a poco pero no deja de sumar en un campeonato largo.