Si algo sabían los hinchas de Atlanta que llegaron en la noche de este sábado a Villa Crespo era que Deportivo Riestra, más allá de lo que dijera la historia, no era un rival fácil. Que arribaba al partido, incluso, con mejores resultados que el Bohemio. Pero en una muy buena actuación, en la que volvió a mostrar que en el Gran León sube mucho su rendimiento, el local se apuntó una muy buena victoria por 2 a 0. Ayudado por un equipo que estuvo a la altura de lo esperado, aunque resaltó un factor clave: dos delanteros a los que se les venía negando el gol, esta vez hicieron festejar a todos. Y goles, como saben aquellos que manejan los códigos futboleros, son amores.

Para este partido, el DT Arnaldo Sialle les ratificó la confianza a los titulares que habían empatado 2-2 en Caseros frente a Estudiantes el lunes. Apenas cedió su lugar Pedrozo, suspendido, para que ingresara Diego Martínez.

Atlanta se sintió mucho más cómodo que su rival en el comienzo del partido. Y muy pronto tuvo la oportunidad de ponerlo en cifras, con una muy buena jugada colectiva. Iban 5 minutos cuando Torres robó una pelota en tres cuartos de cancha y se la pasó a Guzmán, que puso un centro preciso a la cabeza de Martínez. El nueve no desperdició su chance: desvió con suavidad la trayectoria de la pelota para que se metiera por encima de la salida de Ruhl. Adiós a la sequía en el campeonato -sólo había marcado por Copa Argentina ante Olimpo- y al nefasto recuerdo del penal errado en Jáuregui. Martínez tenía su tiempo de revancha.

El gol le dio a Atlanta tranquilidad para desplegar su juego. Serrano otra vez mostraba su calidad y les daba fluidez a los circuitos de toque, mientras Guzmán y Mancinelli lastimaban por las puntas y Maraschi se movía con muy buen criterio por todo el frente de ataque.

Claro que no habían desaparecido algunos viejos inconvenientes del equipo. Sobre todo la marca en la pelota parada, a esta altura una verdadera fábrica de disgustos. Tanto que a los 11 minutos casi empata por esa vía Riestra, que no había hecho casi nada, con un cabezazo abajo que manoteó Dobler -respondió muy bien cada vez que fue necesario-  con mucho esfuerzo al corner.

De a poco, el buen juego de Atlanta -ese comienzo fue de lo mejor en el torneo junto con la goleada a Almirante- empezó a diluirse. Y entonces Riestra hizo pesar su buena presión para ir en busca de la igualdad. Y estuvo cerca de conseguirla a los 26 minutos, en la que resultaría su jugada más clara del partido. Un cambio de frente desde la izquierda encontró solo a Soto, que mano a mano con Dobler definió cruzado apenas afuera.

Aun en declive, Atlanta tuvo una gran chance a los 38 minutos para aumentar su ventaja. Luego de un error de Ruhl, Guzmán dejó a Maraschi de cara al gol en el área y lo derribaron. Mastrangelo cobró penal, pero Serrano no pudo quebrar su maldición y erró su tercer remate consecutivo desde los doce pasos al estrellar la pelota en el palo derecho del arco de Ruhl, que había ido para el otro lado.

Con el tiempo, la oportunidad errada sería una mala noticia por partida doble: primero, obviamente, por la posibilidad perdida; segundo, porque Serrano ya no volvió a tener la misma claridad en el juego.

Todo el equipo sintió la caída del nivel de su estratega. Riestra, aunque sin profundidad, arrinconó al local y empezó a encontrar algunas fallas en la defensa, muy exigida por la falta de tenencia de mitad de cancha para arriba.

Mientras el rival empezaba a mutar su 4-4-2 original por un 3-4-3 asfixiante, Sialle hizo ingresar a la cancha a Bonfigli por Martínez. Y el cambio resultaría clave, porque el ex Almagro se llevaría un festejo enorme en la primera pelota que tocó. Fue a los 24 minutos, en un contraataque muy bien ejecutado: Bonfigli le bajó la pelota a Maraschi, que trasladó hasta el borde del área y devolvió la pared. Ahí llegó la magistral definición: llegó hasta el fondo, enganchó hacia adentro para que pasara de largo un rival y remató abajo con precisión ante el achique de Ruhl. Como Martínez, Bonfigli, que llevaba un largo rato sin un festejo grande, se anotaba un grito en un partido de peso.

Atlanta, que parecía algo cansado, ya no hizo mucho más que aguantar hasta el final. Y estuvo cerca de descontar Riestra. Pero entre algún mano a mano que tapó muy bien Dobler y la mala puntería de Herrera, que se sacó de encima a dos rivales pero definió afuera, llegó el final y el equipo de Sialle se quedó con un 2-0 que alivia mucho. Porque se volvió a jugar bien. Porque la valla volvió a quedar invicta en el campeonato por primera vez desde la segunda fecha. Y sobre todo porque dos hombres que pueden dar muchas alegrías en el área empezaron a saldar algunas cuentas que tenían pendientes. Es una buena señal para seguir por ese camino.

Atlanta (2): Dobler; H. Silva, Talamonti, Martínez Montagnoli y A. Torres; Mancinelli, Palisi, Serrano (ST 40’ Cortizo) y Guzmán (ST 31’ Fernandes Silva); Maraschi y Pedrozo (ST 24’ Bonfigli). DT: A.Sialle. No ingresaron: Barucco, Peláez, Galeano y Cequeira

Riestra (0): Ruhl; Moreyra (ST 3' Caputo), Peralta, Gigli, Montero; Soto, Freyre, Goya (ST 0' Ruiz), Maffoni (ST 16' Velazco); Borda y Herrera. DT: Leonardo Ragazzo

Goles: PT 5’ D. Martínez y ST 25' Bonfigli

Amonestados: Diego Martínez, Torres (Atlanta); Maffoni, Goya, Montero, Velazco y Soto (Riestra)

Arbitro: Hernán Mastrángelo

Estadio: León Kolbowsky